¿Si te sobrara el tiempo y el dinero, a que te dedicarías?, ¿harías lo mismo que haces hoy?
- Edwin Romero M
- 11 may 2018
- 5 Min. de lectura

Se que te llamó la atención la pregunta, por eso has interrumpido lo que estas haciendo y has sacado tiempo para leer estas lineas que he preparado para ti.
Quisiera para empezar, que realizaras el siguiente ejercicio: toma aire, respira profundo varias veces, trata de colocar tu mente en blanco (yo siempre la pongo en negro ) y cuando lo logres piensa un poco en que actividad sería la que más te gustaría hacer (esa que te produciría la mayor satisfacción) si las variables tiempo y dinero son abundantes en tu vida…
Te sorprenderás de los resultados, como me he sorprendido cada vez que hago esa pregunta, en la gran cantidad de talleres interactivos con foco en liderazgo personal y organizacional que he facilitado. Las respuestas han sido muy diversas (estimo haber hecho esta pregunta a aproximadamente 3.000 personas de diferentes países de Latinoamerica), las cuales comúnmente me han dicho que:
No haría nada!, me sentaría en mi mesedora a contemplar el paisaje y contrataría un sequito de subditos que me concientan, es que eso si es vida!.
Volvería a bailar!.
Estudiaría música.
Me dedicaría a mi deporte favorito.
Correría en todas las maratones famosas del mundo.
Sabes!…Siempre quise ser médico, y le pregunto que estudiaste?: me responde Ingeniería…
¿? Bueno es difícil reflejar mi expresión facial…
Aprendería a cocinar, porque en la actualidad se me quema hasta el agua.
Me dedicaría a viajar y a conocer culturas.
Ayudaría a la gente o a los animales, es decir seguiría la linea de la filantropía. Aquí si que me han dado ejemplos, me acuerdo de una persona, que me dijo que se iría a la China y crearía una fundación para osos panda porque se están extinguiendo y dejaría todo lo que hace para enrolarse al movimiento green peace. Y si les contara como era el brillo en sus ojos cuando dijo eso!…
Y solo una muy baja proporción de personas (menos del 10%) me han dicho: haría lo mismo que estoy haciendo, por que es lo que me apasiona, lo que más me gusta hacer y para lo que me preparé en la vida. Es más muy muy pocos me confiesan: disfruto tanto lo que hago, que se me pierde la noción del tiempo, otros exclaman: y hasta me pagan por esto que amo hacer!…
¿En que radica entonces, que haya personas que amamos lo que hacemos y muchísimas otras que a duras penas soportamos lo que nos toca hacer?
La respuesta es simple, las personas que aman lo que hacen, tienen en común que hacen lo que les gusta y al hacerlo se sienten realmente ellos mismos: les parece que el tiempo transcurre de manera diferente y se sienten más vivos, más centrados y llenos de vida que en cualquier otro momento, es decir, son fuentes de energía ilimitada que transciende todo, pues su actitud irradia y en muchos casos contagia a todos los que los rodean, al final terminan transformando todo.
Cómo lo dice Sir Ken Robinson en su libro titulado El Elemento: “Se llama estar en el Elemento, a aquellas personas que hacen lo que les gusta hacer. El elemento es el punto de encuentro entre las aptitudes naturales y las inclinaciones personales.
El hecho de estar en su Elemento los lleva más allá de las experiencias comunes de disfrute y felicidad. No estamos hablando simplemente de la risa, de los buenos momentos, de puestas de sol y fiestas. Cuando las personas están en su Elemento establecen contacto con algo fundamental para su sentido de la identidad, sus objetivos y su bienestar. Experimentan una revelación, perciben quiénes son realmente y qué deben hacer con su vida”.
¿Y CÓMO ENCUENTRO MI ELEMENTO?
No existe una fórmula rígida. El Elemento es distinto en cada persona. de hecho no estamos limitados a uno solo. Algunas personas sienten la misma inclinación por una o más actividades y todas se les dan igual de bien. Otras tienen una sola vocación y una habilidad que les satisface mucho más que cualquier otra cosa. En esto no hay normas. Pero hay, por así decirlo, aspectos del Elemento que proporcionan un marco para reflexionar y saber qué buscar y qué hacer.
El Elemento tiene dos características principales, y hay dos condiciones para estar en él.
Las características son: capacidad y vocación.
Las condiciones son: actitud y oportunidad.
Secuencia de Cuatro pasos para encontrar mi Elemento o identificar el elemento en mis hijos, amigos o familiares!
La secuencia mas o menos funciona así: Lo se, Me encanta, Lo quiero, Donde está?, veamos en detalle:
1. Lo se: es decir, tengo la capacidad (facilidad) natural para hacer una cosa; La capacidad es una percepción intuitiva o una comprensión de qué es algo, cómo funciona y cómo utilizarlo.
2. Me encanta: Es decir me apasiona, lo que involucra: disciplina, sacrificio y una altisima vocación a entregarse al máximo con el fin de lograrlo. Estar en tu Elemento no es solo una cuestión de capacidad natural. Conozco a muchas personas que por naturaleza son muy buenas en algo pero que no sienten que ese algo sea la vocación de su vida. Las personas que están en su Elemento encuentran gran deleite y placer en lo que hacen.
3. Lo quiero: Actitud!, la cual es la perspectiva personal que tenemos de nosotros mismos y de nuestras circunstancias: el ángulo desde el que miramos las cosas, nuestra disposición; es un punto de vista emocional. Es el combustible que ignicia todo!.
Muchas cosas afectan a nuestras actitudes, entre ellas nuestro carácter, nuestro espíritu, nuestra autoestima, las percepciones de los que nos rodean y las expectativas que tienen puestas en nosotros. Un indicativo interesante de nuestra actitud básica es el papel que consideramos que desempeña la suerte en nuestra vida. A menudo las personas que aman lo que hacen se describen a sí mismas como afortunadas. Las personas que creen que no han logrado el éxito en su vida a menudo dicen que han tenido mala suerte.
Los accidentes y lo aleatorio tienen su parte en la vida de todo el mundo. Pero tener suerte o no depende de algo más que la mera casualidad. Con frecuencia, las personas que han triunfado comparten actitudes parecidas, como la perseverancia, la confianza en sí mismos, el optimismo, la ambición y el sentimiento de frustración. La forma de percibir nuestras circunstancias, así como la de crear y aceptar las oportunidades depende en gran medida de lo que esperamos de nosotros mismos.
4. Donde está?: En la práctica, esto significa tratar de encontrar oportunidades que te permitan explorar tu aptitud en campos diferentes.
Si no se dan las oportunidades adecuadas es posible que nunca llegues a saber cuáles son tus aptitudes o hasta dónde podrían llevarte. No hay muchos cafeteros en la Antártida, ni muchos buscadores de perlas en el Sahara. Las aptitudes no llegan a hacerse patentes a menos que tengamos la oportunidad de utilizarlas. La consecuencia, desde luego, es que puede que nunca descubramos nuestro verdadero Elemento.
Depende mucho de las oportunidades que tenemos, de las que creamos, de si las aprovechamos y de cómo lo hacemos…